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Kubra: la verdadera historia detrás del nombre
Entretenimiento

La protagonista de la serie dramática turca “Kübra” de Netflix tiene una vida extraordinaria que da un vuelco total tras un encuentro divino. Un empleado normal llamado Gökhan Ahinolu se encuentra en una situación extraña en las calles de Estambul cuando comienza a recibir mensajes de texto de un enigmático usuario de las redes sociales llamado Kübra. Al principio ignora los textos, pero a medida que su significado profético se vuelve claro, ya no puede ignorarlos. Así, considerando que los mensajes provienen del mismo Dios todopoderoso, Gökhan se embarca en un peligroso viaje en el que la luz y la oscuridad chocan.
A lo largo del viaje, Gökhan encuentra resistencia y aliento en diferentes grados. Sus conexiones interpersonales también se ponen a prueba, particularmente con Merve, su comprometida novia. La fascinante premisa del programa enfrenta la religión y la fe con las expectativas, las obligaciones y el escepticismo de la sociedad. Debido a esto, su examen de la trama distintiva de Gökhan puede hacer que los espectadores reflexionen sobre las raíces históricas o literarias del programa.
Kübra de Afşin Kum, una novela de ficción
“Kübra” no se basa en un incidente real. Más bien, la génesis del programa se remonta a la novela homónima de Afşin Kum de 2020. El programa utiliza la novela como fuente tanto para su trama como para sus personajes, con diferentes grados de precisión en su adaptación cinematográfica de la historia de Kum. En 2022, Netflix creó la serie “Hot Skull” basada en uno de los trabajos anteriores de Kum, su primera novela “Sıcak Kafa”. Al igual que esa adaptación, que en su mayor parte se apegó al material original con sólo modificaciones y alteraciones menores de la trama en su recuento en pantalla, “Kübra” también hace un esfuerzo por defender la autenticidad del trabajo de Kum.
Dado que la escritura de Kum se basa esencialmente en ficción, la serie también adopta una narrativa ficticia al contar la historia de Gökhan y su enigmático corresponsal no identificado, Kübra. Pero al hacerlo, el programa inevitablemente toca ciertos conceptos e historias que le dan un sentido fundamentado y hacen que sea más identificable con el personaje principal.
El programa se centra principalmente en el conflicto entre fe y escepticismo y pide a los espectadores que definan dónde está la línea. A pesar de la falta de pruebas concretas que vinculen la identidad de Kübra con Dios, la fe de Gökhan lo lleva a concluir que los mensajes que escucha son profecías espantosas. En consecuencia, la noción de la relación entre poder y responsabilidad da lugar a su próxima disputa. Gökhan entiende que para cambiar la realidad necesita aprovechar este recurso inesperado echando una mano a los demás.
Esto plantea cuestiones éticas sobre las obligaciones de uno para con su comunidad y hasta qué punto el autosacrificio es necesario para un bien mayor. Además, Gökhan encuentra resistencia y aliento cuando decide emprender la enorme misión de utilizar su supuesto vínculo con Dios. Al hacerlo, la historia puede explorar un entorno social complejo y retratarlo desde una variedad de perspectivas.
De manera similar, hay realismo en la descripción de la vida personal de Gökhan, que decae gradualmente a medida que se revela su gran misión. Gökhan, un veterano de combate, está comenzando el proceso de reconstruir su vida proponiéndole matrimonio a Merve, su amor de toda la vida. Sin embargo, su compromiso con las relaciones interpersonales disminuye cuando se involucra con Kübra en el foro de amistad en línea, dejando sólo tiempo para sus obligaciones sociales. Al hacerlo, el carácter de Gökhan se revela al lector y su inquebrantable compromiso moral se destaca como una característica definitoria de su comportamiento.
Por lo tanto, incluso si no pueden identificarse con las decisiones de Gökhan, el público se ve obligado a sentir simpatía por él. Al final, la narrativa crea una situación de “qué pasaría si” a través de las experiencias e ideas de Gökhan, dejando al público considerar qué harían en su peculiar posición. El relato de Gökhan no parece del todo improbable porque aquellos que profesan estar en contacto con Dios no son infrecuentes en el mundo real y, en muchos casos, estas afirmaciones han llevado incluso a la formación de cultos peligrosos.
Sin embargo, las afirmaciones de Gökhan sobre una conexión divina lo colocan en una categoría única, separándolo significativamente de la realidad dada la forma en que sus motivaciones parecen estar tan alejadas de las realidades explotadoras de las sectas. Como resultado, aunque se desvía de la realidad, el programa mantiene un sentido genuino de resonancia moral y temática. Sin embargo, excepto desde sus inicios en la novela de Kum, que los guionistas Rana Mamatlioglu, Bekir Baran Sitki y Murat Uyurkulak adaptaron hábilmente para el programa bajo la dirección de Durul Taylan y Yagmur Taylan, el programa no tiene conexiones con el mundo real.